Cuando llega la temporada de resfriados y gripe, los antigripales se convierten en uno de los productos más buscados en la farmacia.
Sin embargo, no todos son iguales, y conocer sus diferencias es clave para elegir el más adecuado y evitar duplicar componentes o riesgos innecesarios.
¿Qué es un antigripal?
Un antigripal es un medicamento que combina varios principios activos para aliviar de forma conjunta los síntomas del resfriado o la gripe, como la fiebre, el dolor de cabeza, la congestión nasal o el malestar general.
No curan la infección (que suele ser viral), pero ayudan a sentirse mejor mientras el cuerpo se recupera.
Componentes más habituales y para qué sirven
A continuación, te explicamos los ingredientes más comunes que encontrarás en estos medicamentos:
1. Paracetamol o ibuprofeno
- Reducen la fiebre y alivian el dolor o el malestar general.
- Ojo: no deben combinarse entre sí ni con otros fármacos que ya los contengan (por ejemplo, para el dolor o la menstruación).
2. Pseudoefedrina
- Actúa como descongestionante nasal, ayudando a respirar mejor.
- Puede elevar la tensión arterial, causar insomnio o nerviosismo, por lo que no se recomienda en personas hipertensas o con problemas cardíacos.
3. Antihistamínicos (como clorfenamina o doxilamina)
- Reducen la secreción nasal y los estornudos, pero pueden provocar somnolencia.
- Algunos antigripales se formulan “de día” y “de noche” precisamente por este motivo.
4. Cafeína o vitamina C
- Aportan una ligera sensación de energía y ayudan a contrarrestar la somnolencia.
- No sustituyen a una dieta equilibrada ni acortan la duración de la gripe.
Precauciones importantes
- Lee siempre el prospecto para conocer qué principios activos contiene y evitar duplicarlos con otros medicamentos.
- No mezcles varios antigripales a la vez.
- No los uses durante mucho tiempo ni como prevención.
- Consulta siempre con un profesional si estás embarazada, en periodo de lactancia o tomas otros tratamientos.
En resumen
Los antigripales pueden ser de gran ayuda para aliviar los síntomas, pero no todos son iguales ni sirven para todos los casos.
Elige el más adecuado según tus síntomas y circunstancias, y recuerda:
tu farmacéutico puede orientarte para escoger la opción más segura y eficaz.