El invierno trae consigo paisajes hermosos, momentos acogedores y… sí, también resfriados y gripes. Pero no te preocupes, con unos sencillos hábitos puedes reducir el riesgo de caer en esas molestas enfermedades típicas de la temporada.
1. Refuerza tu sistema inmunológico:
Incorpora alimentos ricos en vitamina C, como naranjas, kiwi y pimientos, y no olvides el zinc presente en frutos secos y legumbres. Si necesitas un refuerzo adicional, consulta con tu farmacéutico sobre suplementos vitamínicos.
2. Mantén una buena higiene:
Lavarse las manos con frecuencia es una de las mejores defensas contra los virus. Usa gel desinfectante si estás fuera de casa y evita tocarte los ojos, nariz o boca.
3. Protege tu cuerpo del frío:
Abrígate adecuadamente con ropa de capas, incluyendo bufandas y gorros para evitar cambios bruscos de temperatura, que pueden debilitar tus defensas.
4. Descansa lo suficiente:
El sueño reparador es clave para mantener tus defensas altas. Intenta dormir al menos 7-8 horas al día.
5. Mantén los espacios ventilados:
Aunque el frío invite a mantener todo cerrado, es importante ventilar los espacios para evitar la acumulación de virus en el ambiente.
6. Consulta en tu farmacia:
Pregunta por productos como sprays nasales, suplementos inmunológicos o infusiones que pueden ayudarte a prevenir los síntomas.
Cuidarte es más sencillo de lo que parece. Con un poco de constancia, disfrutarás del invierno al máximo y sin interrupciones.