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Laxantes y enemas: diferencias y cuándo utilizarlos

El estreñimiento es un problema muy frecuente que puede afectar a personas de todas las edades. Aunque en la mayoría de los casos se soluciona con una alimentación rica en fibra, una correcta hidratación y ejercicio regular, a veces es necesario recurrir a productos que ayuden a estimular el tránsito intestinal.
Entre ellos encontramos los laxantes y los enemas, pero ¿sabes en qué se diferencian?


¿Qué son los laxantes?

Los laxantes son productos que ayudan a facilitar la evacuación intestinal. Se administran por vía oral (en forma de comprimidos, jarabes o sobres) y actúan de diferentes maneras según su tipo:

  • Laxantes formadores de bolo: aumentan el volumen de las heces (como el salvado o el psilio). Son los más seguros para un uso continuado.
  • Laxantes osmóticos: atraen agua al intestino, ablandando las heces (por ejemplo, lactulosa o macrogoles).
  • Laxantes estimulantes: estimulan directamente el movimiento del intestino (como el bisacodilo o el sen). Se recomiendan solo de forma puntual.
  • Laxantes lubricantes o emolientes: facilitan el paso de las heces al suavizarlas (como la parafina líquida).

Es importante no abusar de los laxantes, ya que su uso prolongado puede provocar dependencia intestinal o pérdida de minerales.


¿Y los enemas?

Los enemas se administran por vía rectal y tienen un efecto más rápido. Consisten en una solución líquida que se introduce en el recto para provocar la evacuación en poco tiempo, generalmente entre 5 y 15 minutos.
Son útiles cuando se necesita un alivio inmediato, por ejemplo, antes de una exploración médica o en casos de estreñimiento ocasional.


En resumen

CaracterísticaLaxantesEnemas
Vía de administraciónOralRectal
Tiempo de acciónHoras o minutos (depende del tipo)Minutos
Uso recomendadoEstreñimiento ocasional o crónico leveAlivio rápido o preparación médica
PrecauciónNo abusar, pueden causar dependenciaNo usar de forma habitual

Consejo de tu farmacia

Antes de usar un laxante o un enema, consulta con tu farmacéutico o médico para elegir el producto más adecuado y evitar posibles efectos secundarios.
Recuerda que la mejor manera de prevenir el estreñimiento es mantener una alimentación rica en fibra, beber suficiente agua y practicar ejercicio físico con regularidad.